En Ruta

Uno de los pueblos más pintorescos y con mejor ambiente del centro de la isla. No puedes marcharte sin darte el gusto de comer en el Bar Costa, sus manjares e historia te dejarán sin palabras.

Rodeado de cultivos y casas payesas en los 60 albergó comunas hippies. Hoy en día el Bar Can Anneta es parada obligatoria para probar sus famosas hierbas ibicencas caseras.

Desde el sur, es famoso por su arquitectura de su iglesia y su plazuela, además de la gran oferta gastronómica. Sus calas y parajes naturales te sorprenderán tanto como el Bar Racó Verd, con sus platos caseros y espectacular terraza de verano.

En la capital de la Isla déjate llevar por la historia y cultura, sube hasta Dalt Vila, el centro histórico, y piérdete por sus calle. Su precioso puerto y los yates de lujo que atracan en él tampoco te dejarán indiferente. A nivel gastronómico, Bar Casa Juan es un imprescindible para degustar auténtica comida casera.

Además de visitar su agradable playa o Es Caló de S´Algar, te recomendamos subir a Puig de Misa o descubrir el paseo marítimo. Para los amantes de las tapas recomendamos el bar Tape Arte.

Aquí podrás disfrutar de las mejores puestas de sol de la isla y un paseo marítimo de varios kilómetros a lo largo de la bahía para relajarte caminando. Las calles alrededor de la Iglesia de Sant Antoni son de gran belleza. Las mejores gambas al ajillo de la isla están aquí, en el Bar Es Clot.

Ubicado en el Norte de la isla, es un pueblo famoso por su costa plagada de calas de agua cristalina y su gran faro. Parada gastronómica obligatoria en el Rincón Verde.

Su gran belleza natural y ambiente tranquilo lo convierten en uno de los pueblos con más encanto, especialmente por sus casas blancas contiguas. En la plaza del pueblo disfruta de The Giri Café.